El 25 de diciembre de 1991 quedó marcado en la historia como el día que la bandera roja soviética se arrió y su lugar lo tomó la bandera rusa tricolor. Ese día, Mikhail Gorbachov había anunciado su renuncia en un mensaje televisado y, con este anuncio, la disolución de la Unión Soviética.
📉 Antes de este suceso, para el otoño de 1991 el ex país venía sufriendo una serie de importantes problemas que llevaron al territorio en cuestión a la disolución. Uno de esos problemas fue el golpe de Estado fallido a mitad de año. Los movimientos secesionistas de las repúblicas soviéticas y las reformas llevadas a cabo por el entonces saliente presidente, como la perestroika, asestaron los últimos golpes a un pais que ya venía estancado e iba camino a compartir el destino de otras ex naciones, como Yugoslavia o Checoslovaquia.

🗓️ Algunos días antes de la renuncia, el día 8 de diciembre para ser exactos, se crea la Comunidad de Estados Independientes, liderados por Boris Yeltzin, el por entonces presidente de Ucrania, Kravchuk, y el presidente del Parlamento de Bielorrusia, Shushkievich, organización que agruparía a 11 de las 15 repúblicas soviéticas, lo cual hizo de la subsistencia de la Urss en este punto algo inviable, para que finalmente la renuncia de Gorbachov terminara dándole el tiro de gracia a esta nación.
🇺🇸 Ese 25 de diciembre por la noche, el presidente Bush dio a su vez un anuncio dirigido a sus compatriotas, dando cuenta de la dimisión de Gorbachov y del triunfo de Estados Unidos en la Guerra Fría. “Europa Oriental ya es libre, y la Unión Soviética a desaparecido. Es una victoria para la democracia y la libertad. Es una victoria para la superioridad moral de nuestros valores” declaró, a pesar de haberse opuesto a la desintegración de la Urss. El 28 de enero de 1992, brindó otro discurso dirigiéndose al Congreso: “El mundo, dividido en dos bloques, ya no reconoce más que una única potencia hegemónica: Estados Unidos de América. Nuestro pais seguirá capitaneando la lucha por la libertad y no lo hará por arrogancia o altruismo, sino en aras de la seguridad de nuestros hijos. Evitemos el aislacionismo».