📄 Benito Mussolini fue primer ministro entre 1922 hasta 1943, y ejecutado dos años después. Muamar el Gadafi duró un poco más atornillado en el poder, desde 1969 hasta 2011. Mao fue líder supremo entre 1949 y 1976. Robespierre terminó decapitado. También está el caso de Paul Biya, presidente de Camerún desde los 80, aunque por su edad ya no le queda mucho tiempo en el poder.
🗳️ ¿A qué quiero ir haciendo referencia de todos estos casos? No quiero resumir todo esto en la trillada frase “ningún mal es eterno”, pero estos gobiernos de violentos, fascistas, totalitarios, amantes de perpetuarse en el poder como sea no duran para siempre. Y no duran para siempre porque como dijo un líder que sabía de fascismo, “el pueblo hace tronar el escarmiento”. Imagínese, que a Evo Morales lo sacaron por menos.
💻 Hay casos excepcionales a lo largo de la historia. Pero la regla general es que a tipos como Maduro (a quien sus pares, como Lula y Petro ya hasta le dieron la espalda, porque no hay manera de defenderlo) no los sacas con un papelito en la urna, y menos con un sistema tan fraudulento y fácil de adulterar como el fracasado sistema electrónico.
🚁 Con suerte y con una eventual vuelta de Donald Trump al poder, podríamos hablar de una intervención en ese sufrido país, del cual Argentina habría seguido los pasos si Javier Milei perdía en los comicios pasados, y aunque el susodicho no haga nada, la situación de la gente de Venezuela no está como para quedarse de brazos cruzados, y si ellos dejan la tibieza a un lado, se lo van a hacer saber al ilegítimo presidente. Acá no se rinde nadie. Y en cuanto a Maduro y compañía, le aconsejo que se cuiden. No vaya a ser cosa que con sus delirios hagan enojar a algún pesado y este termine financiando un segundo Harvey Oswald.